Amoricidio en primer grado

Algún día te abriré en canal y sacaré de tu corazón todos esos pensamientos y sentimientos que no me dejas ver. Hasta ese día, me conformaré con arañar la superficie e intentar ver más allá de donde entiendo.

Mecánica de la amistad

La amistad no depende del tiempo, ni tampoco de la distancia o del campo eléctrico. La fuerza de una amistad es una variable constante (si se trata con cuidado), y, como se puede deducir, es una de las magnitudes que más afectan a la felicidad.

¡Año nuevo...

... nuevas ideas para el blog!

Tiempo

Son cada vez más y más los recuerdos que me vienen a la cabeza. Siento nostalgia por las cosas que he vivido, pero sobretodo, por las que hemos vivido. No era yo, ni tampoco eras tú, ni él ni ella, sino nosotros. Unas veces unos, otras veces otros... Sólo sé que el tiempo que pasamos juntos, ha estado bien invertido. Cuando lo pasamos mal, o cuando lo pasamos bien. Da igual.

Me gustaría deciros cosas uno a uno, y recordaros por qué somos amigos; pero sonaría demasiado a despedida, y la verdad es que no me he ido. Que me aleje no significa nada. Pero hace que me dé cuenta de cuanto me importáis todos y cada uno de vosotros, y ahora sé qué es lo que de verdad importa.

Admito que siento algo de angustia, porque me doy cuenta de que nos iremos separando, y de que las cosas están cambiando; pero no temo. Soy feliz por cómo ha ido todo y por los grandes momentos que hemos vivido. Y aunque ahora las cosas van a ser distintas, estoy seguro de que eso no significa que vayan a ser peores.

Sí, muy seguro de ello.

La calle estaba tan en silencio, que me daba miedo caminar, por si mis pisadas hacían que este cayera sobre mí como un cristal roto...

Cada vez me queda más claro que el amor es como la guerra...


Al principio te precipitas en algo tan grande que ni siquiera tú mismo sabes muy bien de qué va la cosa.

Después, según avanzas, empiezas a hacerte ilusiones, ya que crees que tienes posibilidades de ganar... Parece fácil y te vas adentrando en algo mucho mayor.

Llega un momento en el que crees que por fin has ganado, pero, ¡ten cautela! Sólo has ganado una batalla, no la guerra...

Perderás batallas, sufriras pérdidas y ten por claro que no será nada fácil...


Pero hasta que yo no dé la guerra por perdida, tengo muy claro que ésto no ha terminado.

Respira bien fuerte, porque esta será la última bocanada de (mi) aire que tendrás...